Conmemoración día internacional de la sordoceguera

Cada 27 de junio se conmemora el Día internacional de la sordoceguera, jornada que busca visibilizar una discapacidad única y fomentar la concienciación sobre la sordoceguera. Su principal objetivo es romper el aislamiento de las personas sordociegas, facilitando el acceso a la información, los apoyos necesarios y la inclusión de personas sordociegas en todos los ámbitos de la sociedad.

¿Qué es la sordoceguera?

La sordoceguera no es simplemente la suma de sordera y ceguera, sino una condición combinada que provoca dificultades específicas en comunicación, orientación, movilidad y acceso a la información. Según la Escuela Perkins para Ciegos de EE. UU., “el término sordoceguera se refiere a deficiencias visuales y auditivas cuya combinación provoca problemas de comunicación y desarrollo que no encajan en programas de educación especial para déficit auditivo o visual.”

Origen y reconocimiento del Día internacional de la sordoceguera

Este día homenajea a Helen Keller (nacida el 27 de junio de 1880), escritora y activista sordociega, y se instituyó tras la Declaración de Estocolmo de 1989. En junio de 2025, la ONU proclamó oficialmente el 27 de junio como Día Internacional de la Sordoceguera mediante la resolución A/RES/79/294, aprobada sin voto el 16 de junio de 2025.

Prevalencia y estadísticas

– Global: Las personas sordociegas representan entre el 0,2 % y el 2 % de la población mundial, constituyendo un colectivo diverso y a menudo invisible.
– Colombia: Según el Censo DANE 2018, hay más de 118 785 personas con sordoceguera (3,8 % de la población con discapacidad y 0,2 % de la población total); de ellas, el 51 % son mujeres y el 49 % hombres.

Principales desafíos

  1. Comunicación y socialización: ausencia de intérpretes táctiles y métodos accesibles.
    2. Movilidad y accesibilidad: entornos urbanos diseñados sin criterios multisensoriales.
    3. Educación: falta de formación docente especializada y materiales adaptados.
    4. Empleo: baja vinculación laboral y desconocimiento de ajustes razonables.
    5. Atención médica y psicosocial: insuficiencia de servicios inclusivos personalizados.

Métodos de comunicación y apoyos tecnológicos

– Support-Service Providers (SSPs): guías-intérpretes que facilitan la comunicación en contextos cotidianos y profesionales.
– Sistemas táctiles: Braille, dactilología en la palma y lengua de señas táctil.
– Tecnología asistiva: líneas Braille electrónicas, dispositivos hápticos, GPS vibratorio y aplicaciones domóticas que traducen sonidos en señales hápticas.

Iniciativas y programas de inclusión

A nivel internacional:

– World Federation of the Deafblind (WFDB), Sense International y FLASC, promueven investigación, incidencia política y campañas globales.

En Colombia:

– Ley 982 de 2005: reconoce la sordoceguera como discapacidad múltiple.
– SURCOE (Asociación Colombiana de Sordociegos), miembro de FLASC y WFDB, ofrece mediación comunicativa, apoyo psicosocial y eventos nacionales.
– INSOR–Perkins International: convenio para fortalecer modelos educativos especializados.

Testimonios y casos de éxito

– Helen Keller: primera persona sordociega en graduarse de una universidad, símbolo de resiliencia y activismo.
– Samuel Ferney Valencia: psicólogo y primer sordociego en cursar un posgrado en la UNAL, presidente de SURCOE.

Recomendaciones y buenas prácticas

– Gobiernos: incluir la sordoceguera en censos y financiar la formación de intérpretes táctiles.
– Empresas: implementar ajustes razonables, diseño universal y sensibilización interna.
– Medios y comunicación: usar audiodescripción, subtítulos y descripciones táctiles de contenidos.
– Sociedad civil: fomentar alianzas intersectoriales, con el lema “nada sobre nosotros sin nosotros”.

Conclusiones y perspectivas futuras

La conmemoración del Día internacional de la sordoceguera es una oportunidad para impulsar la concienciación sobre la sordoceguera y garantizar la inclusión de personas sordociegas. Aunque se han avanzado marcos normativos y programas de apoyo, persisten brechas en comunicación, educación y empleo. Es responsabilidad colectiva iluminar el camino hacia una sociedad plenamente inclusiva, donde la sordoceguera deje de ser invisible.

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